Los Protestantes

Imprescindible, un poquito de sentido del humor, ahora podéis leer:

Cuando hablo de protestantes, no me estoy refiriendo a la ideología religiosa. Nada más lejos. Me refiero a esa clase de personas que, como su propio nombre indica, no saben hacer otra cosa que protestar.

Casi siempre sin razón alguna y solo por el hecho de protestar o llevar la contraria. Y se de lo que hablo, porque yo soy el socio Cofundador de los protestantes.
Mira que llevo días diciéndoos que dejéis vuestras opiniones y/o quejas en los comentarios; Mira que os he facilitado un barómetro para decirme si los post que escribo son aburridos, divertidos o ni fu ni fa; Mira que ya me he visto obligado a buscaros sustitutos por si acaso os diera por dejar de visitarme (memorable eso post, no os lo perdáis) y vosotros erre que erre. Dando palos como si yo fuese una esterilla a la que hubiera que sacudirle el polvo.
Que si la dirección del blog es muy larga y da pereza escribirla, que si tanto hablar de New York aburre, que si copio y pego noticias que no vienen a cuento, que si la foto que has puesto del tío bueno no me gusta, que si hoy no has escrito nada...
Existe una máxima que dice que el cliente siempre tiene razón, pero como toda regla, siempre existe una excepción que la confirme. Y dicha excepción es:
El cliente siempre tiene razón, si y solo si, siempre y cuando yo no sea el dependiente.
Porque a todas estas críticas, más aun estando en las fechas que estamos, yo les digo...PAPARRUCHAS.
Que la dirección de mi blog es muy larga----------------> añádelo a favoritos que es solo un clic y así no tienes que escribirlo todos los días.
Que si hablar de New York aburre------------------------> Nos guste o no, es la capital del mundo y yo miro a nivel mundial.
Que si copio y pego cosas que no interesan--------------> es una noticia de rabiosa actualidad, pese a quien pese.
Que si no te gusta la foto que he elegido---------------> pues píntalo de verde, yo que sé.

Bueno después de tanto estrés, yo me voy a pasar el puente a tierras gallegas, más concretamente a Villagarcia de Arousa (Pontevedra), la cuna de la coca. Quizá cuando vuelva veré las cosas como vosotros las veis.

Ya a la vuelta si eso, leeré los millones y millones de comentarios, criticas y palos que me hayan caído.

Hasta la vuelta jóvenes aprendices.

Desde Arousa con amor, se despide el siempre vuestro, Will-Y.