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Todo el mundo a la Lavanderia

viernes, 8 de abril de 2011

Colin Vive

Una nueva entrega de un blog medio muerto.
Llevo unas cuantas semanas, que no paro de trabajar. Y en condiciones normales hay que alegrarse debido a la situación que sufre el país.
Incluso a final de mes, ves que tu cuenta bancaria aumente en una cantidad que se puede considerar razonable como, nómina.
Lo malo es que, cuando te pones a pensar que para llegar a esa cantidad has tenido que sacrificar, prácticamente todos los fines de semana del mes, ya no te parece una cantidad tan buena.
Y así, hemos empezado otro mes. Y si soy sincero, el mes pasado acabó bastante bien. Con hoteles, digamos, medio decentes, con pensión completa incluida.
Lo que para esta empresa es un lujo: teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo, las cenas se limitaban a bocadillos.
Pero ahora es cuando realmente empieza este post.
Hace unos años, amante como soy yo de las videoconsolas, había un juego que copaba bastantes horas de mi vida.
Ese juego era el famoso Colin McRae. Que para los no iniciados en esto de los videojuegos era un juego de conducción, de Rallys. El título lo ponía un piloto oficial del mundial de Rallys que desgraciadamente ya está muerto. Descanse en paz.
Debo decir, en honor a la verdad, que se me daba medianamente bien. Hasta un inoportuno día en Rota, la Base Naval americana en tierras españolas.
Uno de nuestros amigos, estaba destinado allí, cuando curraba en el ejército profesional.
Cuando fuimos de vacaciones a visitarlo. Se nos ocurrió la genial idea de llevarnos la Play para jugar.
TODA una tarde nos pasamos los cuatro, metidos en su piso jugando a la consola.
Al principio jugábamos a uno de olimpiadas, que una vez más era dominado por el que os escribe. Salvo en contadas pruebas donde “El largo”, era prácticamente intratable.
Cuando cambiamos de juego y metimos el susodicho Colin McRae, todo se torció.
A Míster Mercadona, creo recordar que no era un juego que le haya agradado nunca y teniendo dos viciosos como eran, el largo y el soldado profesional, mucho no tenía que hacer el pobre.
Pero cuando llegó mi turno la cosa fue a peor.
Me tocó competir contra el soldado. Cuando se enfrentan dos, la pantalla se divide horizontalmente en dos.
Pues  por uno de estos despistes en los que me suelo ver envuelto y vete a saber si por falta de visión, yo estaba convencido en que era el jugador de arriba y que estaba bordando la etapa. Mientras el coche de abajo, no hacía más que intentar atravesar una pared de hielo.
Cuando el coche de arriba acabó la etapa, fue cuando me di cuenta que mi coche era el de abajo y que había estado haciendo el mayor de los ridículos.
Desde entonces renegué de dicho juego. Y no he vuelto a jugar. Pero acontecimientos recientes han hecho, que dicho juego vuelva a mi memoria.
Gracias a la sabiduría de mi jefe, que a veces parece un iluminado pero a la inversa, decidió que por ahorrarse dos euros, nos hiciésemos 60 kilómetros de ida y vuelta, para ir a un hotel perdido por las montañas de un pueblo de Ávila.
Y ahora juzgad vosotros mismos si hay parecidos razonables entre el juego de Rallys y lo que me tocó conducir:




Cual es juego y cual realidad??

P.D.
Desde aquí quiero mandar mucha suerte a Felton que emigra a Cuenca. Mucha suerte bro y que sepas que siempre estaremos a tu lado.

Un abrazo

3 comentarios:

  1. Que te vaya muy bien Felton!!

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  2. Hola lavanderito mio!!!

    que es esto? un solo comentario? no puede ser a ver si se ponen las pilas!! que ganas tengo de tener inet de nuevo y pasarme por aqui, gracias por acordarte de mi... eres de los pocos jeje te echo de menos!!!

    tu fan nº1 siempre!! jiji TE QUIERO

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  3. Ahh y mucha suerte Felton.

    Un beso

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