Lo siento, pero tocaba

Yo siento mucho que no os apetezcan post ñoños.

Si es así, un poco más abajo tenéis el de las páginas de inet que visitar  que no tiene ningún comentario.

Pero hoy día 15 de Octubre de 2011 tengo que hacer un post ñoño. Porque hoy hace 36 meses (15 + 21 meses) que mi abuelita nos dejó.

No tengo muy buena memoria, pero creo que no le he dedicado nunca un post a ella y creo que se lo merece.

Yo no soy creyente, pero si es cierto que allí arriba existe un cielo, mi abuela debería estar allí.

Y si existe ese cielo y ella está allí, quiero que vea que no la olvidamos.

Así que dejadme que hoy, le dedique unas palabras:

Hace tres años, este que os escribe sufría el golpe más duro que la vida le ha dado. Siempre temía cuando llegase un día así. Cuando perdiese a un familiar que realmente me tocara de cerca.

Ya había asistido a funerales antes, pero nunca me había afectado tanto.

Mi abuela ha sido capaz de sacar adelante las familias desde tiempo atrás. Su marido se quedó ciego y ella trabajó de acomodadora en un cine. Mis padres nunca llegaron a aprovechar esta circunstancia tanto como yo la hubiese aprovechado si me llega a tocar en mis años de cinéfilo.

Pero mi abuela, la abuela que yo conozco es otra.

La abuela que yo conozco es la que nos ha criado, nunca mejor dicho esa palabra, a los cuatro hermanos que hoy somos mayores de edad. Mis padres trabajaban los dos y era ella quien nos vestía, alimentaba, llevaba al colegio y nos recogía.

Y como buena abuela que se precie, siempre nos daba todos los caprichos, nos malcriaba.

Siempre recordaré anécdotas como levantarme con mi hermano a escondidas e ir a pellizcarle el culo para que supiera que ya estábamos despiertos.

O cuando nos prohibieron jugar al ordenador ella no se chivaba cuando encontrábamos los juegos escondidos por mis padres.

O cuando a mí me tocaba quedarme sólo en el colegio, cuando mis hermanos pasaban de curso y ya no iban a la misma hora que yo, mi abuela, junto con la sopa de fideos, siempre me tenía preparado un vaso de Coca-Cola. Cuando todos los demás bebían agua.

También recuerdo cuando nos iba a recoger a la guardería con unos muñecos preparados para que nosotros los desenvolviésemos con ansiosa rapidez. Recuerdo unos muñecos de la guerra de las galaxias, otros vestidos de romano, pero sobre todo, el plato estrella eran los clics.

Cuantos y cuantos muñecos habremos tenido gracias a ella.

Gracias a ella, también tenemos hoy un campo, pues mi abuela ha sido afortunada ganadora de premios de la lotería y no dudo nunca en compartirlo con quien le hacía falta, su familia.

Como olvidarme de cuando iba al colegio con la cara manchada, sacar de su bolsillo un pañuelo y previo paso por su lengua, limpiarme los churretes de la boca.

Sí, es muy típico de las abuelas hacer eso verdad?
Recuerdo cuando, mi hermana era un bebe y mi abuela nos reñía diciendo que le cambiásemos los pañales, porque el día de mañana ella nos lavaría la ropa interior (bueno, mi abuela decía los calzoncillos).
O cuando le cantaba nanas a ese mismo bebe para que se quedase dormidita.

Lamentablemente los últimos años no la trataron bien y una trombosis la dejó bastante mermada. Y aunque se recuperó bastante, no llegó a ser la misma que siempre habíamos conocido.

Este coágulo creo que la impidió disfrutar de sus dos biznietos, que seguro hubiesen disfrutado tanto o más como nosotros de mi abuela.

Como empezaba diciendo en el post, hace ya 36 meses que nos dejó, la que para mí ha sido como una segunda madre y en ocasiones, sin el segundo por delante.

Es la que nos ha educado y si hoy en día soy el que soy, en gran medida es gracias a ella.

Ya sé que no son las palabras más bonitas que a una abuela se la pueden dedicar, pero donde quiera que esté, ojalá este leyendo esto, o al menos se lo estén leyendo y se sienta un poco orgulloso de su nieto, que como todos, la echamos mucho de menos.

hoy,
trato de enlazar las palabras que con lágrimas salen de mi alma,
palabras que en este momento no quisiera decir
palabras que acompañaran ésta tristeza por una ausencia que no esperaba

hoy,
la nostalgia me visita otra vez
trayendo a la memoria recuerdos de esa gran mujer
una mujer maravillosa, llena de fuerza, llena de vitalidad, llena de vida

hoy,
parece que las palabras también se despiden de mí
tengo tanto que decir pero su ausencia enmudece mi voz
cautiva mi pensamiento y sencillamente no puedo.

Abuela, esto te quiero decir,
y sé que me escucharás porque no te has ido y nunca te irás
porque estás en cada latido
en cada lágrima
en cada suspiro

Ahora mismo estás,
estás viva, pues tu esencia sigue
tu recuerdo, tu ejemplo
tu valor y tu esfuerzo
han quedado plasmados en nuestra memoria
y escritos con letras doradas en el corazón.

Abuela amada,
tus palabras vivirán en mi alma
las recordaré cada mañana,
ahora mismo la tristeza me quita la calma
pero hago muy mío tu recuerdo, tus besos, tus abrazos
son un tesoro interminable.

Abuela, mujer admirable,
no has muerto, y nunca lo harás
porque no se muere cuando el corazón deja de latir
se muere cuando en los recuerdos se deja de existir
y tu estas presente
estas aquí,
estas viva,
para todos
para mí.

Te amo abuela, y cuando llegue a tu lado
enséñame a volar.