Papá Noel versus Los Reyes Magos

Tranquilos que no pienso hacer una batalla entre ambas instituciones...
Es sólo el título que adorna la propuesta que muy gentílmente me hizo Monty hace unos días.

Pero como siempre que se me propone hablar de mi pasado y más concretamente de mi infancia en este caso...Debo decir que mi memoria me impide ver con claridad lo que aconteció por aquellas fechas.
Así que tendréis que ser vosotros quienes compongáis el groso de este artículo con vuestros comentarios.
Y yo me limitaré en la mayoría de los casos, a mencionar juguetes que ya sea en Navidades o en otras fechas, han pasado por mi vida.

Supongo que como buenos españoles, seréis más de los Reyes Magos que de Papá Noel.
Pero lo que a mi me interesa es si el gordito os traía algo los días 25 de Diciembre...
En mi casa nunca ha habido muchos excesos de dinero pero si que tengo recuerdos de que mi Abuela, alguna vez nos ha hecho felices cuando algún día de Navidad nos encontrábamos con alguna sorpresa en forma de regalo.

En cuanto a los Reyes, bueno, como he dicho antes, no es que goce de una memoria privilegiada que me permita recordar los regalos que me dejaban Sus Majestades de Oriente.
Pero si que recuerdo con especial cariño, un día que me desperté y sobre los pies de mi cama, estaba aquello que tanto había deseado, el tragabolas.

Pero claro, si ha habido un juguete que ha copado mi infancia, sin lugar a dudas han sido los clics, aunque se conozcan mundialmente como los playmobil.

Cuantas y cuantas tardes, nos habremos hechado mi hermano y yo jugando con los clics. Cuantas historias de piratas, policías, médicos, náufrago, etc...
Aun conservamos muchos de los muñecos que llenaron de felicidad nuestras horas.
Eramos de los afortunados que llegaron a tener el barco pirata.
La de veces que me habré metido en la bañera llena de agua con mis clics y el barco o las lanchas. Al final los pobres tripulantes siempre acababan flotando debido al naufragio...Lo bueno es que los clics siempre flotaban gracias a su cabeza, aunque le quitases la peluca (está comprobado).

El Simón era otra de las joyas de la corona que desgraciadamente a nosotros nos duro muy muy poco porque nos salió defectuoso casi desde el principio.
Consistía en un juego de memoria donde debías ir repitiendo la secuencia de colores.
Como he dicho, nos duro muy poco así que ya sabéis otra razón por las que no tengo mucha memoria.

Por mis conversaciones con los amigos, se que he sido un afortunado al disfrutar de el famoso Scalextric. Un circuito cerrado donde podías montarte auténticas carreras de coches. Lo malo es que siempre había un coche más rápido que el otro y siempre había riñas por pillarse ese.

El Quien es quien, un juego de encontrar al personaje secreto que había elegido tu oponente mediante preguntas "tan ingeniosas" como "Lleva bigote"??. Adictivo 100%.

Y la tecnología llego a nuestras vidas. El Órgano eléctrico Casio. No se cuantas canciones memorizadas. Si alguno de nosotros llevaba un Steve Wonder dentro, ésta era la herramienta perfecta para sacar nuestro talento a la luz.
"Brilla brilla linda estrella", "Adeste fideles" "Los Corzos" o "Perfidia" son algunas de las canciones que aun se tocar de memoria si me pones un órgano entre las manos.

El Amstrad CPC6128. Y con él llegó el escandalo. La vida ya no volvió a ser la misma cuando me pusieron delante de un ordenador.
Otros amigos míos tenían el famoso Spectrum de cinta. Que te tirabas las horas muertas esperando a que cargase un juego que luego tenía como 3 colores en pantalla como máximo.
Pero mi Amstrad tenía muchos más colores en pantalla. Por no mencionar que era de disco y los juegos cargaban bastante más rápido que las cintas.
Desde que el Amstrad entró en mi vida, los ordenadores nunca han faltado en mi casa.


Y hasta aquí concluye mi viaje por algunos de los juegos que han pasado por mi vida. Está claro que no están todos, me dejo en el tintero los G.I.J.O.E., los He-Man, los Caballeros del Zodiaco que me pillaron un poco más crecidito, los Geyperman o Madelman, AirGamboys, los Secret Wars, multitud de juegos de mesa, etc...
O los muñecos de Star Wars que recuerdo que mi querida abuela me trajo un día a parbulitos.

El negro de azul es Lando Carlrissian, regalo de mi difunta abuela.

Pero no quería despedirme sin hacer mención especial a un par de cosas:
- Primera, se puede decir que NUNCA tuve un balón de fútbol, porque el que tuve recuerdo que le salió una patata casi antes de comprarlo así que no pude disfrutar de él.
- Segunda, en esta lista de juguetes no puede faltar el mítico, paracaidista:

Que en muy contadas ocasiones, casi casi, solo la primera vez, cuando lo lanzabas conseguías que el paracaídas se abriera.
La mayor parte de las veces el de la brigada de paracas terminaba ahorcado o empotrado contra el suelo.

Ahí os quedáis.