Monotovida...o no

Hace ya bastante tiempo, más del que me gustaría, mi vida se convirtió en un pasar de los días, uno tras otro, sin apenas diferencia entre ellos. Con el trabajo tan esporádico que tengo, se convertía en novedad cuando salía de casa, precisamente a eso, a trabajar.

Y lo he dicho muchas veces, éste trabajo convierte a la gente en "perros" (entendiéndose por vagos) pues te pasas tantos días sin trabajar que, cuando te llega la hora de hacerlo, tienes poquísimas ganas.

Pero por suerte para mi, y para mi vida, algo, o más bien alguien vendría a cambiar eso. Y este fin de semana pasado, ha vuelto a ocurrir.
Lo que prometía ser un simple fin de semana más, se convirtió en la oportunidad de pasar, cuatro maravillosos días, junto a mi chica.

Tuvimos la oportunidad de ir al campo de mis padres a pasar un día de trabajo (muy escaso la verdad, aunque en el campo siempre es cansado) y sobre todo de comida (ésto si es una barbacoa y lo demás es cuento). Una comida de esas que te deja tantas sobras como para tener cena durante un par de días.

Al día siguiente, y viendo que el Domingo era el día de la madre, mi chica me acompañó a comprar los regalos para semejante celebración. Y no se limitó a ser un mero (en este caso, hijos de la LOGSE,  me refiero a simple y no al pez) acompañante sino que formó parte activa (muy mucho) de la elección de los regalos. Por la tarde, por si el día no había sido bastante movidito, nos fuimos al cine a ver:

Vengadores:La era de Ultrón

Con su avituallamiento (provisiones, víveres para los de la LOGSE) correspondiente. No se puede ir al cine a ver una película (y menos de este tipo) sin tu bebida y tus patatas o palomitas...

El Domingo, en cambio, fue un día de pasarlo en casa tranquílamente. Después de ver a mi madre y darle sus regalitos, con la consiguiente alegría que en ella eso provocó, pasamos un día los dos solitos, viendo películas y haciendo cosas que mejor las dejamos para horarios menos infantiles.

No seáis mal pensados, que nos pusimos a jugar a la wii

La verdad es que lo pasamos muy bien.

Pero lo malo de todo lo bueno, es que pronto se acaba, entendiendo como pronto que se te pase el tiempo volando cuando disfrutas de algo y por se acaba que de momento tendrás que esperar hasta que lo puedas repetir.
Porque en mi caso es así, y el Lunes fue lo que vino a demostrarlo. El último día de nuestro fin de semana largo, en el que teníamos que despedirnos, emplazándonos hasta nuestro próximo encuentro. Y espero que la palabra próximo haga honor a su significado y esté junto a ella, más pronto que tarde.

Y vuelta a la monotonía, a que los días vuelvan a ser un calco del anterior y que muchas veces, no sepas si te encuentras en Miércoles o Jueves. Hasta que un día de éstos pueda volver a decir: