Trato personal para con los lectores

El blog de la lavandería dispuesto siempre a reinventar conceptos promueva una iniciativa.
De aquí a que me muera, que espero que no sea el domingo que viene pues me viene fatal, tiene la intención de ir casa por casa a conocer a sus lectores.
Y como no podía ser de otra forma, la primera en recibir semejante privilegio ha sido mi seguidora número uno, o sea, Jenny.
Así que cogí mi ropa sucia y puse rumbo a Málaga, la ciudad que vio nacer a tan bellísima persona.
Y debo decir, que si para ella fue un privilegio recibir al Lavandero con toda la ropa por lavar, no menos privilegiado me he sentido yo al conocerla a ella en su hábitat natural (para los de la LOGSE, en el sitio donde ella suele moverse en el día a día).
He tenido la oportunidad de conocer a sus padres y debo decir que no son tan ogros como me parecían cuando me los imaginé. Todo lo contrario, me han parecido personas muy campechanas (para los de la LOGSE, sencillas, poco dados a formalismos o ceremonias). Se han portado muy bien conmigo acogiéndome en su propia casa con tan poco antelación cuando se les avisó.
Su madre llegó a decir que, hasta la fecha, no se había comido a nadie. No se si habrá cambiado de opinión tras conocerme.
De Fran y Jenny no tengo palabras para describir a semejantes personas, tan llenas de amistad y amabilidad para regalarme. Han conseguido que en los meses que llevan en mi vida, hayan inyectado un subidón de alegría en mi vida. Gracias.
También tuve la oportunidad de conocer a una de las hermanas de mi seguidora y a su hijo, el descubrimiento de este viaje, sin duda y si Jenny no se me enfada jeje.
Albertito, no podía llamarse de otra forma, como mi sobrino jeje (toma nota Santi, por si decides no ponerle finalmente Unocero a tu hijo), me ha parecido majísimo. Y creo que por mi culpa, cosa de la que no me arrepiento, sus familiares van a tener que estar muchos días construyéndole caminitos de baldosas de Bob Esponja durante mucho mucho tiempo.
El poquito tiempo que he podido estar allí, he descubierto en Málaga una ciudad preciosa, con su teatro romano iluminado por las luces de la noche, el puerto con su barco pirata discotequero (pasado por agua he de decir), el parque que lleva a la playa, sillones de piedra incómodos y la playa con sus columpios y su agua helada.
Lamentablemente no pude aprovechar todo el escaso tiempo que estuve allí. Pero espero repetir en condiciones de tiempo más favorables.
Y espero volver a comer esos filetes tan ricos que salieron de la mano y la freidora de mi seguidora, XDD.
Muchas gracias por tantos momentos buenos.
Espero haber caído la mitad de bien de lo que todos vosotros me habéis caído a mi.

Muchas gracias por todo eso. Gracias Jenny. Un besito.

Y como todo viaje que se precie, siempre hay una parte mala. Y la parte mala es Armería.
En Armería, me han puesto la primera denuncia de mi vida.
Llevo toda la semana aparcando en una calle estrecha, subido sobre una acera por la que ningún peatón sería capaz de pasar y donde había muchos coches aparcados. Y tras 7 días de aparcar, al octavo, los señores policías locales deciden denunciarme.
Pues nada muchas gracias almerienses. Alguna vez tenía que ser la primera vez, no?
Menos mal que el comprensivo de mi jefe dice:
"Ya sabéis que eso es cosa vuestra"

Tranquilo, que lo pagaré de mis 15 euros de dieta que me das todos los días para hacer las tres comidas.

No problemo.

Me voy a currar.....