Sigo con el puerta a puerta

Que no coño, que no esta muerto.

Míralo si aún respira.

Recordáis este post?? => Trato personal para con los lectores.

Pues la semana pasada (cuando escribí esto), continúe con mi lenta campaña de visitar a mis fieles lectores.

Una puerta a puerta, para conocer las inquietudes y preferencias de mis lectores.

Caretos de madrugada

 Mis pasos me llevaron a Cantabria, a la casa de meteopingu, o Fran como lo conocemos más de uno.

Y no solo me fui a conocerlo, sino que le eché morro y me hospedé en su casa. Así pude conocer desde dentro como era.

La primera noche que pase con él pude darme cuenta que es una persona a la que le gusta tener a sus amigos cerca. Lo digo más que nada por que insistió en que durmiera en la misma habitación que él.

Al decirle que mi orientación sexual iba por otros sitios, me puso cara de póker…jajajajaj

No, en serio, me agradó que cogiera un colchón y lo pusiera en un hueco de la habitación donde él duerme. Y todo esto a las 2 de la mañana.

Nos tiramos más de una hora hablando, y eso que él tenía que madrugar. Pero después de que otra de las habituales trasnochadoras, verdad Jenny?, se despidió, y tras  ponernos un poco al día y descubrir que él podía mejorar gráficamente este blog, sacó su mando a distancia y apagó la luz.

NO, no he querido decir televisión. NO, he dicho que sacó su mando a distancia y apagó la LUZ, porque él, en su habitación tiene un mando a distancia para apagar la luz, el sueño de todo vago que se precie.

A la mañana siguiente, me desperté sólo en una casa que no conocía. Con todo para mi, lista para ser desvalijada. Pero mi escaso porcentaje de humanidad, y que no tuviera coche para guardar televisor, consola, ordenador, etc..  me hicieron desistir de mi idea original.

Estuve enredando con la fibra óptica que el “hotel” me permitía usar hasta que el casero llego.

La primera de las dos tardes que estuve con él, nos fuimos andando, puesto que carecíamos de vehículo hasta un supermercado.

El primero de ellos nos lo encontramos cerrado para sorpresa mayúscula de mi guía particular. Después optamos por ir al más grande de la misma cadena. Durante el trayecto, como buen guía, mi acompañante me iba mostrando e informando de los alrededores o lo que pasábamos sin escatimar en detalles.

Tras regresar a su casa y tras una copiosa (de gran cantidad, para los de la LOGSE) comida casera, estuvo enseñándome sus progresos en un curso informático que Fran estaba llevando a cabo.

Fetén, fetén. bocatto di cardinale.

Un pique a la Play, que por cierto gané yo, jeje. Y nos tuvimos que despedir hasta la madrugada, pues éste que os escribe tenía asuntos laborales pendientes.

Nuevamente, a la noche, volvimos a compartir cuarto (ahorraros las gracietas, jeje) y confidencias nocturnas.

Otra mañana solitaria, esperando que mi efímero( que dura poco, breve, para los de la LOGSE)  compañero llegase.

Esta vez, decidimos comer pronto y después usar la tarde con más calma. Nuevamente nos dimos una vuelta por los alrededores, descubriendo nuevas zonas, monumentos, barrios, etc.. que tenían su encanto.

Y para acabar la visita a este acogedor hotel, un nuevo pique al PRO que quedó pendiente de acabar para una futura visita.

Las conclusiones de mi visita no han podido ser mejores. Cuando volvamos a vernos, que no será tarde, tendré al mejor guía posible para visitar Cantabria, a un amigo que se dedica en cuerpo y alma a la gente que le rodea, o al menos a sus invitados, jeje. Y alguien informado de casi todos los temas posibles que te puedas imaginar, vamos que no te aburres con él.

No veas como le daba a la sin hueso el colega.

 Ve preparándome cama, que dentro de poco voy a darte la brasa otra vez, jeje.