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Todo el mundo a la Lavanderia

martes, 4 de junio de 2013

La fiera y la Feria

Las ferias de Cáceres ya han llegado!!!

O más bien debería decir que ya han pasado (cuando escribo este post).

Como quiera que sea, aquí estoy para hablaros un poquito de ellas...

El caso es que Las Ferias de San Fernando, como realmente se llaman han ido perdiendo significado o importancia en mi vida. Desde haberlas vivido como un niño, montándome en los cacharritos (porque sí, aquí se les llama cacharritos a las atracciones) y disfrutar como se debe de hacer en este evento (como un niño), hasta llegar a convertirse en algo anecdótico que sí, están ahí porque tienen que estar pero poco más, y pasando claro está por esa época del botellón donde ibas a beber y a pasar un buen rato con los colegas.

Supongo que de pequeños todos habremos montado en los ponys...Esas crías de caballos que de mayores nos damos cuenta del olor que desprende su atracción pero que de niños nos encantaba. 


 
Ese tren de la bruja en el que te aterraba montar y que cuando ya eres mayor te da por montar para hacer el gamberro y quitarle la escoba (no, no, tranquilos, no es mi caso jeje). Pero no tengo que salir de mi familia para encontrar uno.

Cuando te vas haciendo mayor te decides a montar en sitios que cuando eras más pequeño no te atrevías o no te dejaban. Mi caso particular fue la noria, que hasta bien entrado en la veintena, casi saliendo se podría decir, no llegué a montar. Pero no por miedo sino porque a nadie le apetecía acompañarme.





Pero los últimos coletazos de montar en los cacharritos vinieron antes de los botellones, cuando te atrevías, como he dicho antes, en atracciones que antes no pensabas en hacerlo. Me viene así a bote pronto el Terminator, eso si que era una atracción donde sólo los valientes te atrevían a montar. Y yo fuí uno de ellos, aquí donde me véis. ^^

Este año se ve que aparte del vitalicio barco vikingo, en el que nunca por cierto he montado, ha llegado una atracción paracida a una que antes se conocía como la nube.
No estoy seguro de que la foto se corresponda con la atracción de la que os hablo, pues según mi sobrina había dos muy parecidas, una que solo hacía un movimiento pendular y otra que parece ser que daba la vuelta entera, A-CO-JO-NAN-TE !!
Ay!! Lástima no haberme cogido con unos cuantos años menos y el estómago vacío.
Porque claro sino quieres que los curiosos que se acercan a ver la atracción acaben con un sombrero de tu comida, es mejor que en estos sitios te montes con la digestión bien hecha.

También es cierto que las ferias significan aglomeración, grandes cantidades de gente en poco espacio de terreno. Empujones por aquí y por allá, encuentros con gente conocida y charlas a voces por el inmenso ruído de todo lo que os rodea, ya sea la música de las casetas o la tómbola del Maño sorteando ese peluche de moda.





Puestos de comida que no pasarían el control de sanidad pero que en esas circunstancias te comes como el mejor de los platos de, digamos por ejemplo Karlos Arguiñano, ya que yo soy más del de toda la vida que de los "nuevos" como Ferrán Adriá.
Salchichas, hamburguesas que prácticamente traen el pan y la hamburguesa pero que pagas como la mejor del Burger King, patatas cocidas rellenas (que por cierto, tuve que probarla por primera vez en Málaga, (Gracias por ello Jenny :-) ), buñuelos de chocolate, los famosos y tan criticados pollos de la feria, que si tienen o no algún bicho dentro, palomitas de colores que fuera del contexto ferial, lo siento mucho pero NO SABEN IGUAL...Como os digo, prácticamente de todo se puede comer en la feria. Y no veas el hambre que te entra...
Y por supuesto la estrella de la feria, el algodón de azúcar rosita.
Por qué?? Por qué cuando nos hacemos mayores nos da vergüenza pedirnos un algodón de azúcar con lo buenísimo que estaba? No lo entiendo !!



Pero no todo es bueno en la feria, y no me estoy refiriendo a la zona de los borrachos o los botellones que ya con el paso de los años me resulta lamentable, y eso que yo en su momento los hacía... No, me refiero al consabido gasto de dinero.



Pues claro que me sale mi vena tacaña, que os esperabais??


Para ir a la feria hay que ir con pasta, porque sino amigos lectores...no es lo mismo.
No es lo mismo porque no puedes echar a las carreras de camellos, no es lo mismo porque no te puedes montar en los coches chocones (sí, para eso no hay edad, sólo nivel de vergüenza y yo para eso no tengo), no puedes darte cuenta de que no eras tan bueno como te creías a los dardos o que no tenías la precisión que pensabas con un balón o una escopeta de balines.

No podrías darte cuenta de que echar en la tómbola hasta que has ganado el peluche, te ha salido más caro que ir a comprarlo tú mismo. Aunque bien es cierto que los peluches de la feria no se encuentran en otro sitio que no sea la propia feria...

Sin dinero tampoco podrías traer un recuerdito para ese ser querido que tienes en la lejanía:

Pronto lo tendrás en tus manos pequeña !!

Antes hice mención a los peluches de las tómbolas. Y siempre me ha llamado la atención ver cual era "el peluche de este año". Es decir, ese peluche que destacaba por encima del resto y que era el peluche que debías tener sí o sí porque representaba a las ferias de aquel año.
creo recordar que, al menos en mi parecer, todo empezó con la famosa muñeca chochona.
No sabría decir los que le sucedieron sin temor a confundirme, pero se que la abeja malla estuvo por ahí, o alguna que otra mascota en año de mundiales de fútbol. Pero como digo mi memoria me puede estar fallando.

Lo que si tengo claro es que últimamente el protagonismo se ha ido diluyendo y digamos que ha sido un protagonismo coral (en cine se usa cuando son muchos los protagonistas, para los de la LOGSE). 

Este año parecía que el protagonismo, a mi entender, se lo llevaría la famosa mascota de una aplicación de móviles llamada POU:
Pero debido a la experiencia que tuve la última noche de ferias, esta afirmación se me ha tornado en incorrecta.

Y es ahora cuando "la fiera" del título del post toma sentido, por si todavía a alguno no se le había olvidado y se preguntaba el porque de ese titular. Pues seguid leyendo y lo descubriréis:


Resulta que el que yo creía que sería mi segundo y último día de ferias, encontramos en uno de los puestos un cartelito con una caligrafía un tanto dudosa, un anuncio buscando un chico para desmontar.

Vale que yo lo de chico ya se me haya pasado la época, pero el dinero no me vendría nada mal, asi que decidí aventurarme a preguntar.
La cosa no pintaba mal, una noche, desmontando una caseta y 30 euros. Cuanto antes acabase mejor...Así que acepté.

Los problemas vinieron justo después de eso. Cuando le dí mi número de teléfono a la mujer, me dio una llamada perdida para que yo tuviese el suyo y me advirtió que no la fuese a dejar colgada, cosa que garanticé que no pasaría.

A los 5 minutos una llamada de ella, descuelgo pero nadie contesta. Así que cuelgo. Vuelve a sonar el teléfono y la misma operación.
Estaba claro que, o la mujer no sabía bloquear su teléfono o se estaba cachondeando de mi...

El trabajo era el Domingo por la noche y yo el mismo Domingo tenía un cumpleaños en el campo, de Felton para ser más exactos, asi que procuré no cansarme demasiado.
Mientras se acercaba la hora, menos ganas tenía de ir pero, como dicen los catalanes...la pela es la pela.

Así que a las 11 de la noche allí estaba yo, como un clavo, como se me había dicho.
La mujer me explicó a donde debía de ir y que tenía que preguntar por un tal Camel (como el tabaco) pues era con él con quien tenía que currar.
Cuando llego allí, es una caseta de un puesto de dardos y efectivamente, había un árabe, como me habían avisado, pero que no tenía ninguna intención de empezar a desmontar a las 11.

Tuvo que pasar como 3/4 de hora hasta que por fin se decidió a cerrar el chiringuito. Bueno, a cerrar es un decir, porque lo que hizo fue desaparecer mientras yo me ponía a quitar peluches del puesto y a decir a la gente que venía con la intención de jugar a los dardos que, o bien el puesto ya estaba cerrado, o bien a los que insistían un poco más, que esperasen a que viniera el dueño de la caseta.




Cuando por fin se fue yendo toda la gente a sus casas, Camel y yo nos quedamos solos en aquella caseta.
O eso pensaba yo, porque no contaba con que allí mismo se debía estar rodando la cuarta parte de Batman, solo que en lugar de millones de murciélagos, había millones de mariposas de la luz, polillas, heterócera o como cojones se llame.
yo sólo se que no hacían más que atacarme cada vez que me acercaba a descolgar un peluche en el que ellas estaban acampadas...a quien se le ocurre...



Con la noche ya bien avanzada, vino la sorpresa. Camel me soltó que mañana por la mañana había que hacer otra caseta y que a que hora podía estar yo preparado para currar...
En principio y para no decir que no, le dije que a la que él me dijera.
Cuando acabamos la tarea, a eso de las 4:30 de la madrugada, me di cuenta que Camel, no me iba a pagar y que por tanto me iba a tocar venir al día siguiente a cobrar y por tanto a aclarar si me pagarían esa caseta extra o no.

El árabe me dejó bien claro que se levantaría a las 8 u 8:30 de la mañana y que a las 9:30 ya estaría en plena faena.
Mi intención era la de llamar a la mujer a esa hora, si es que ella no me había llamado antes ya y saber que pasaba con mi dinero y si me iba a pagar de más esa caseta.

Como el teléfono de la susodicha comunicaba, me plante en la feria a buscarla. Y allí a las 9:40 de la mañana no había ni el Tato.
El camión que la noche anterior habíamos cargado, con las ventanas tapadas si que estaba  y la caseta donde pregunte por el curro tambiém estaba chapada (cerrada, para los de la LOGSE).

Cuando por fin apareció por alli la mujer y aclaré con ella que esta caseta también se me pagaría, llamamos a Camel que aún dormía plácidamente (a pierna suelta o como un bebé, para los de la LOGSE).

Un inciso (comentario distinto del tema principal, para los de la LOGSE):

Había pensado conformarme con la foto de arriba para explicar gráficamente lo que es dormir a pierna suelta pero, la web está tan llena de grandes ejemplos que sería injusto no mostraros éste:




Éste es muchísimo más expresivo que el anterior, donde va a parar...

Pero claro, ya te pones a rizar el rizo y tampoco es justo que dejes otras obras maestras del chiste en su expresión gráfica como el de aquí abajo:






Fin del inciso

Retomando el tema que, espero que os importe, Camel era despertado por mi (frase en pasivo, para los de la LOGSE) a eso de las 10 y protestaba alegando que él no me había dicho que viniese ¿tan temprano?. Y no se le ocurrió otra cosa que decir:

Me voy a desayunar.


Pues nada, cuando el señor ya quise regresar, eran las 11 y por fin nos pusimos manos a la obra.
Por supuesto Camel volvió a hacerme lo de la noche anterior, aunque bien es cierto que en menor medida, que no era otra cosa que desaparecer cuando le venía en gana mientras yo me quedaba allí currando.

A eso de las 3 de la tarde, aun seguíamos en faena y aparentemente quedaba poco pues el "chiringuito" ya estaba tapado.



 Claro que no contaba yo con varios factores:

La pasividad de mi compañero, que al ver que el de al lado también desmontaba su puesto se ponía a hablar con él.
La ausencia de la mujer que se suponía tenía que estar para pagarme cuando acabásemos el trabajo.
O la ignorancia de lo que quedaba o no quedaba por desmontar.

Minutos más tardes, por fin aparecía la persona que debía pagarme mis honorarios.
Al ver que las 3:30 de la tarde llegaban, le pregunté a Camel si faltaba mucho.
Su respuesta fue que no.

Acto seguido se fue para la caseta del vecino y se encendió un cigarro.
Cuando ya se me terminaron de hinchar los huevos, cogí y me dirigí hacia la mujer y le dije que me pagase.
Ésta llamo a Camel por otro nombre diciendo:

"Fiti, éste muchacho a desayunado??"

Lo primero y creo que correcto que pensé fue que esta tía pretendía descontarme dinero de cualquier manera posible. Entonces ella también se fue a la caseta del vecino, que a estas alturas deduje que también le pertenecía a ella.

A Camel parecía que sólo le quedaba recoger unos cables y como seguía sin aclararme que faltaba, me fuí hacia la mujer diciendole que ya estaba todo.

Ésta volvió a decir en voz alta:

"Fiti, mándale a este muchacho algo que total, como le voy a tener que pagar el doble, que haga algo"

Ya os podéis imaginar a que altura tenía yo ya mis santísimos huevos...Pero es que se me ha olvidado comentaros, que la primera vez que le dije a la mujer que me diera ya la pasta, ella cogió un tetra brik de leche que tenía ella por su caseta y me dijo con voz muy superior que tirase eso a la basura. Luego pareció pensárselo un poco mejor y se arrepintió pues el envase aún tenía leche, pero esto no hizo que no me sintiera como si fuera su esclavo o algo peor.

Cuando Fiti me dijo que le ayudase a lo último que parecía quedar, y tras desesperarme porque el dichoso árabe no hacía mas que enredar para un lado y para el otro, me sacó un último trabajo.
Y una vez que esto acabó, volví hacia la caseta del vecino, donde la "marquesa" ya sí, por fin me pagó mis 60 euros bien ganados.

Así que, después de toda esta odisea, no puedo garantizaros que el POU fuese el peluche que represente a las ferias de este año. Pues Pokemons, Betty Boops, pitufos, serpientes y salamandras han pasado a partes iguales por mis manos.

Pero yo creo que el peluche representativo de estas ferias está entre Camel el árabe perezoso o la bruja del tetra brik.

Y sí, la fiera del título era yo.